2 de la mañana, un sabado en medellin (de hecho domingo, el dia acabo hace unas 2 horas) y acabo de llegar.
Estaba sentado con Camilo. Nos vimos el partido de nacional y tomamos ron. Camilo tiene 24 años, una niña, y era paramilitar. Omitire el nombre del negocio y de todo, pero en realidad, vengo de beber con un paraco, y no me da ni miedo ni pena. Miedo por nada, porque es un pelado como yo, con sueños, ideales y tristezas. Pena no porque a pesar de yo ser un niñito estrato 6, nos hablamos de igual a igual.
Despues de varios tragos, empezamos a hablar. El quiere estudiar psicologia y nunca ha matado a nadie, sin embargo me ofrece solucionarme cualquier problema con solo una llamada. Ha tenido un arma en la cabeza mas de una vez, ha cascado a muchos, sin embargo no es violento. Dice que ha tenido pocos amigos.
Es de una familia paisa trabajadora, a la que 2 generaciones de sudor a duras penas le dejaron una casita. Su papa y su abuelo han tenido poca educacion y muchas pelotas, no les ha faltado bocado en la mesa y tienen casita, aunque el se fue joven. Su hermana tiene un bebe y su padre adora al suyo y el de la hermana, aunque a ellos nunca los cargo.
Me mira como con la duda de que un imbecil como yo le hable: obvio, el ha visto morir mas gente, ha tenido mas dolores y ha cobrado mas cheques con sueldos irrisorios por trabajos durisimos. Una vez le ofrecieron dos millones al dia para imprimir dolares pero no los acepto por su hija. Su tono de voz refleja una madurez prematura. Si a los 24 tienes un hijo, viste morir amigos, te fuiste de la casa, fuiste rico, te quebraste, lloraste y reiste, con toda razon sabes mas.
Ahora solo piensa en la niña. En darle un yoghurt mientras el aguanta hambre, ella es su todo. Si la policia lo coje, va para la carcel por un largo rato. Lo miro a los ojos y me rehuso a pensar que es un criminal. Sus ojos alumbran media cuadra cuando dice el nombre de la niña. Hermoso.
Sin embargo, el iria a la mierda si lo coje un policia, al igual que su ex-esposa y su hija... ahi es que te da duro... ¿es este tipo en serio malo? ¿victima de las circunstancias? nunca lo sabremos. Brindamos otra vez y nos despedimos. Nos vamos, yo para mi edificio, el para su "rancho". Que tipo menos malo.
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